Comunicado de los jóvenes

Os ponemos el comunicado leído por nuestros jóvenes en la recepción de la Cruz el pasado 2 de Febrero

La cruz viene al arciprestazgo de Miajadas, que es una zona principalmente rural, en la que todos los jóvenes que hoy recibimos la cruz vivimos, y sobre todo viene a una zona marcada por lo agrícola de lo que muchos vivimos y trabajamos.
Esta tierra es la que recibe hoy la cruz, expresión de solidaridad de Dios con los crucificados en el mundo. Solidaridad que levanta los ánimos a los jóvenes y nos hace sentirnos solidarios con todos los que pasan necesidades, sufren o tienen negro el futuro.

La cruz viene a una zona agrícola que tiene un pasado de gran evolución y progreso, rápido fue el paso del secano al regadío, rápido fue el paso de un cultivo artesanal, de medios casi romanos a medios profundamente técnicos en maquinaria y en productos fitosanitarios, rápido fue el paso de un trabajo individual a organizaciones cooperativas y sindicales. No tan rápido del mero producir en el campo a la transformación de nuestros productos en industrias propias de las cooperativas y en la comercialización de nuestros productos. Tiempos de cambio de mentes, de costumbres, tiempo de progreso económico y a la vez abandono de campesinos debido a la reconversión del campo. Tiempo de lucha por los precios, por la dignidad y por tener voz en Extremadura, en Madrid y en Bruselas.

La cruz viene a una tierra que tiene un presente marcado por la crisis, crisis que trae dificultades, pobreza e incertidumbres. 
Dificultades a la hora de vender con precios que superen los gastos; a nuestros padres no les gustan las subvenciones, quieren comer de su trabajo.
Pobreza que hace que Extremadura sea una de las regiones con menos renta per cápita de España y que muchos agricultores de nuestra zona busquen alternativas por falta de rentabilidad. 
Incertidumbre a la hora de elegir qué producir. Incertidumbre que a muchos de nosotros jóvenes, hijos de agricultores nos hace huir del campo y estudiar o elegir otras profesiones.

La cruz viene a una tierra que no tiene un futuro claro, sin jóvenes que reemplacen sus trabajos y sus tierras, sin precios, y con amenazantes ayudas, nuestros campos no tienen futuro, al menos para muchos de nosotros, hijos de agricultores y para la mayoría de nuestras familias, que se sienten arraigados a la tierra y que sientes orgullo y alegría de ser agricultores.

La cruz viene a una zona rural, llena de pueblos rurales, con una cultura rural donde cada persona no es anónima, donde todos somos como una familia grande con sus virtudes y defectos, con una fé a veces crítica, pero que quiere encarnarse en la vida de los pueblos, siempre necesitados del amor y de la solidaridad de los que nos habla esta cruz que agradecidos recibimos, para que nos haga crecer como seguidores de Jesús, que sigan luchando por la fraternidad entre todos, la justicia y el progreso.