miércoles, 23 de febrero de 2011

Hay bastante gente ´entallada´

Detallamos artículo aparecido hoy, 23 de Febrero, en el Periódico Extremadura sobre la problemática de CARCESA en la que se menciona a la Cooperativa San Juan de Alonso de Ojeda:

Con 58 años, Cipriano Moreno es el agricultor que lleva más años dedicado al cultivo del tomate en Almoharín. Lo hace desde hace más de tres décadas y parte de su producción ha ido destinada siempre a Carcesa, primero a la planta de Don Benito y luego a la de Montijo. "Llevo 31 años con ellos y jamás había tenido un problema para cobrar", explica. Pero esa buena marcha se truncó a mediados de la semana pasada, cuando por vez primera el banco devolvió un pagaré de esta sociedad de Nueva Rumasa.

Moreno indica que en su misma situación hay una quincena de agricultores pertenecientes a las cooperativas Regadhigos, de Almoharín, y San Juan, de Alonso de Ojeda, a los que en conjunto se les adeudan "entre 200.000 y 240.000 euros", aproximadamente un 40% del importe del tomate que suministraron a Carcesa la campaña pasada y que la industria se había comprometido a irles pagando paulatinamente.

Gracias a una póliza contratada con su cooperativa Moreno ha cobrado ya todo el dinero pero en el caso de que la transformadora no responda deberá devolver el importe que ha percibido más el 5% de intereses que en teoría debería abonar Carcesa a su cooperativa por la demora. Todo esto en un escenario que es ya de por sí de incertidumbre ante el previsible descenso de contratación por parte de la industria esta campaña --por el exceso de stocks de tomate concentrado que hay en el mercado-- y en el que además muchos de estos productores "se han metido en créditos" para poder modernizar sus explotaciones. "No sé cómo Carcesa puede tener problemas, con las marcas que posee, tiene que ser rentable", acaba apostillando este agricultor.

UPA-UCE estima que puede haber más de un centenar de productores afectados por los problemas que atraviesa Carcesa. José Cruz, coordinador de Agricultura, Desarrollo Rural y Cooperación de esta organización agraria señala que esta industria contrató el año pasado la producción de tomate de unas mil hectáreas (más de 70.000 toneladas). Cruz resalta que, además de tener que afrontar posibles impagos, estos agricultores corren ahora el riesgo de "quedar en fuera de juego" de cara a la próxima campaña, al no tener asegurada la contratación con la industria para la que habitualmente trabajaban.

Otro de los productores a los que Carcesa adeuda dinero es Eugenio Pérez, a quien todavía le deben "alrededor de 10 millones de las antiguas pesetas". Según precisa, en marzo del año pasado le tenían que haber abonado el dinero correspondiente a la campaña anterior, pero "el banco no quiere los pagarés" que les envía la empresa del grupo Nueva Rumasa. Pese a mantener contactos con "el jefe de campo" de la factoría de Montijo, persona encargada de gestionar contratos con productores y planificar los cultivos, "todavía no se sabe si se va a cerrar o no", por lo que todos los que han cultivado tomate con esta planta, afirma, "están entallados", además de "parados" y "por desgracia son bastantes".

En la misma línea se manifiesta Juan Carlos González, también proveedor de Carcesa, al que deben según dice 15.000 euros de la temporada pasada. En este caso reconoce que ha cortado relaciones con la planta transformadora. "Ahora es la fecha de contratación y con el concurso de acreedores no nos atrevemos a contratar más con ellos", justifica. González indica además que la falta de cobro está dificultando que algunos agricultores puedan hacer frente a los pagos por el arrendamiento de las tierras en las que cultivan.

También la cooperativa de tomate Algorcha, emplazada en el polígono industrial de Montijo y que agrupa a 52 productores, ha decidido dejar de proveer a Carcesa. Su gerente, Concha Mateos, declara que este año no van a formalizar un nuevo contrato con esta factoría, ya que aún no les han efectuado los "últimos pagos" de temporadas anteriores.

La situación se repite en otra cooperativa montijana, la de San Valentín, donde todavía tienen pendiente de cobro la facturación de septiembre del año pasado. El presidente de esta sociedad, Javier Aguado, resalta que se trata de un dinero que los agricultores necesitan para poder hacer frente a la campaña de este año. "Espero que los pagarés puedan hacerse efectivos cuanto antes porque si no los agricultores pasarían a estar en una situación delicada", sostiene Aguado antes de recordar que el año pasado la compañía de seguros que contratan les dio "un aviso" de que podía existir "algún problema" a la hora de cobrar lo acordado.

No obstante, los agricultores "muy fieles a la factoría", quisieron seguir trabajando para la misma, "pensando que esta situación no se iba a producir" por lo que ahora "no es fácil que se vuelva a contratar con Carcesa", agrega Aguado. "Las garantías de cobro son mínimas" y "mucho el riesgo", apunta.

Para concluir, Aguado advierte de que el cierre de Carcesa motivaría "una situación muy delicada" en la zona puesto que afectaría "a un montón de trabajadores" y a su vez "a un montón de agricultores que dan mano de obra a muchos jornaleros".


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